Dolor articular o muscular: por ejemplo roturas de fibras, tendinopatías, inflamación articular que no mejora con reposo o fisioterapia básica.

Dolor radicular o neuropático: sí, también tratamos dolencias de tipo nervioso, como los que bajan por la pierna, ciática, o “pinchazos” que no se corresponden sólo con músculos.

En definitiva, cuando el cuerpo “nos habla” de forma clara y compleja (inflamación que dura, estructuras que no se regeneran, nervios que están irritados) — aquí entran estas terapias.

Electrólisis Percutánea Intratisular (EPI®): introducimos una aguja muy fina en el tejido afectado y aplicamos una corriente de baja intensidad (siempre bajo control ecográfico). El objetivo es estimular la regeneración, activar el tejido dañado, “reactivar” una zona que se había quedado “dormida” o mal cicatrizada. Estudios muestran que al combinarla con ejercicio terapéutico se obtienen mejores resultados que con ejercicio solo. Wiley Online Library+1

Neuromodulación Percutánea Ecoguiada: con aguja + ecografía, estimulamos el nervio o punto motor para modular su actividad (tanto sensitiva como motora). Así ayudamos al nervio a “cambiar de chip”, reducir su irritación, mejorar su función. Un estudio piloto en dolor de codo crónico demostró mejoras de dolor, de funcionalidad y morfología del nervio tras esta técnica. MDPI

Cuando evaluamos tu caso y se considera lo que estas técnicas pueden aportar (por ejemplo, cuando tienes nervio irritado, dolor crónico, estructura dañada que no mejora), te explicamos claramente qué se hará, por qué, y cómo lo combinaremos con el ejercicio terapéutico, control del movimiento, readaptación. No es “la solución mágica” por sí sola, sino una parte potente del plan completo. Así maximizamos resultados: menos dolor, mejor función, y recuperación real.